Una reautopsia realizada sobre el cuerpo del sacerdote tucumano Juan Viroche y los análisis de ADN practicados sobre los restos biológicos encontrados en el lugar, reforzaron la hipótesis de que el religioso se suicidó sin la presencia de otra persona en la sala.
El primer informe, realizado por el médico legista de Gendarmería, comandante principal Carlos Dante Barrionuevo, ratificó lo dicho por el Cuerpo Médico Forense de Tucumán. La causa de la muerte fue la “compresión violenta del cuello con caída simultánea de altura”.
“No se observan ataduras en los miembros superiores ni inferiores y tampoco existen lesiones externas, hematomas, contusiones ni excoriaciones que indiquen signos de lucha”, informó Barrionuevo, quien explicó además que si hubiese habido alguna lucha el sacerdote debería tener alguna marca.
Por otra parte, la evaluación realizada por Gustavo Penacino, director del Laboratorio de ADN del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Ciudad de Buenos Aires, descartó la posibilidad de que se encontrara otra persona en el ambiente donde fue encontrado Viroche.
Ambos informes fueron recibidos esta semana por el fiscal de Instrucción Diego López Ávila, quien investiga el caso, caratulado como muerte dudosa. Por el momento todos los informes han ido en favor de la hipótesis del suicidio, aunque faltan realizarse algunas pericias como para cerrar el caso.
(Fuente: Será Justicia).
